A una semana de que se cierre el ejercicio 2021, todo parece indicar que será un buen año para la banca privada. Víctor Allende, director de Banca Privada de CaixaBank, reflexiona sobre la evolución del negocio, las tendencias que vienen y el impacto de la regulación en el marco de la XXX edición del Think Tank BNY Mellon, una iniciativa producida por FundsPeople en asociación con BNY Mellon Investment Management.
El año lo define como “magnífico”, y añade que en este negocio en años de crecimiento de mercado lo normal es que los ingresos aumenten: “Los instrumentos de balance con las comisiones más elevadas son los que tienen un poco más de riesgo, y estos son los que funcionan mejor en entornos como el actual”. Pese a todo, reconoce que el sentimiento de mercado ha empeorado, algo que, según explica, se ha notado en las entradas netas en instrumentos de inversión, concretamente en fondos.
Hay que cambiar el modelo
Respecto a las repercusiones de MiFID II cuando están apunto de cumplirse tres años desde su implantación, comenta que los márgenes se están reduciendo, y están cayendo los costes totales de gestión del patrimonio para el cliente, lo que supone una presión evidente. El director de Banca Privada de CaixaBank considera que para hacer frente a esta situación hay que cambiar de modelo, “si lo haces tienes una oportunidad para mantener los ingresos y ajustar los costes allí donde existe más recorrido”.
La entidad está centrada en un modelo en el que la reducción de los ingresos la asuman fundamentalmente las gestoras (costes de gestión) y no recaiga tanto en el ámbito del asesoramiento”. Añade que “esta fórmula puede ayudar a combinar la reducción de costes para el cliente y una eficiencia mayor en el pago por los servicios de gestión”.
Hace falta más orden y taxonomía
Analiza también la nueva regulación de la sostenibilidad, y en este ámbito echa de menos más ordenación, taxonomía, reglas e indicaciones. “Aunque MiFID II lo fuimos construyendo entre todos, todos sabíamos desde el principio las reglas básicas y principales. En cambio, con esta regulación, aunque podamos pensar que las estrategias que adoptamos cada uno van por el camino adecuado, siempre queda la preocupación y la duda de si, efectivamente, estamos haciendo lo correcto”.
No se trata, según explica, de falta de voluntad, “sino de que las reglas se escriben a medida que se hace el camino, y eso es peligroso”. Pese a todo, a su juicio, la nueva regulación supone “una oportunidad para que cada entidad diseñe procesos comerciales que les diferencie de la competencia, para lograr la distinción de propuestas de valor para el cliente”.
Considera también que los cambios que introduce la normativa de sostenibilidad van a supone un gran cambio en el día a día de los gestores. “Y todos los cambios hay que gestionarlos con formación, con mucha paciencia y mucha explicación”. Considera que actualmente la industria está realizando una aproximación a la sostenibilidad más basada en el producto, “pero la dimensión que tiene va mucho más allá”.
Las sicavs, a fondos nacionales
Respecto a las implicaciones de la nueva regulación de las sicav, destaca una que, a su juicio, es muy obvia: el número de estos vehículos se reducirá, y no poco. “El año que viene la mayor parte de las sicavs se transformarán y acabarán en el proceso en fondos nacionales. Solo algunas de ellas, las que cumplan determinados requisitos y tengan unas determinadas características, permanecerán”.
También analizó la transformación digital de la industria. Sobre la irrupción de los agregadores de cuentas en el servicio de asesoramiento comenta que, al final, acabarán siendo una commodity del servicio de las entidades financieras. Pero reconoce que queda mucho camino por recorrer. “Una cosa es que te traigas los datos y otra que aportes valor al cliente con esa información”. No obstante, considera que suponen una oportunidad enorme y un valor añadido para el cliente importante.