El aumento de los negocios de pago explícito ha generado la necesidad de incrementar la eficiencia, un objetivo al que puede ayudar la gestión pasiva. Sobre este y otros temas ha debatido Víctor Allende, director ejecutivo de Banca Privada y Banca Premier de CaixaBank, en el marco del ThinkTank BNY Mellon, organizado por Funds People en colaboración con BNY Mellon Investment Management.
“Yo siempre he pensado que la restricción la teníamos nosotros más que el propio cliente. Fuera de España este modelo lleva existiendo desde hace bastantes años y no se me ocurre la razón por la que en España no se podía producir una evolución similar”, comenta Víctor Allende en referencia a los nuevos modelos de pago explícito que ha traído consigo la implementación de MiFID II.
Explica que el banco acabó 2018 con 23.000 millones de euros en gestión discrecional y unos 1.300 millones en asesoramiento independiente. A todos esos clientes que hay detrás de esos volúmenes de negocio se las ha tenido que mandar por primera vez una factura con el cobro por los servicios: “Creemos que lo que va a suceder es lo normal, que la gente entiende perfectamente el servicio, independientemente de que las rentabilidades el pasado año no fueron especialmente buenas”.
En ese entorno de incremento de los negocios con comisiones explícitas considera que la gestión pasiva es un instrumento que hace más eficiente la gestión de la cartera de los clientes al reducir el coste total. “Se va a incrementar la gestión pasiva, entre otras cosas porque vamos a llevar a un rincón todo aquello que no genere alfa, y la trasparencia con el propio cliente va a hacer que la eficiencia tenga que ser mayor y que, por tanto, se intenten reducir los costes totales, manteniendo, en la medida de lo posible, nuestros márgenes”.
Respecto a las consecuencias de la nueva regulación en la estructura de la plantilla asegura que ha influido “en la necesidad de tener equipos diferenciados, con herramientas distintas, con acceso, con barreras en la información”. Informa también de que la entidad va a continuar creciendo y adelanta que harán algún tipo de fichaje externo puntual.
También se ha debatido sobre la situación de los mercados, que el pasado año dieron pocas alegrías: “Todo aquel que no haya tenido dólar está en negativo”. No obstante, el director de Banca Privada de CaixaBank comenta que “no ha sido uno de esos años dramáticos que se han vivido en el pasado. Las rentabilidades han sido negativas, pero relativamente cercanas a cero. No creo que deba ser un gran problema, siempre y cuando el cliente entienda perfectamente la planificación financiera que se ha hecho y las carteras estén ajustadas a la realidad”.
En cuanto a los productos, asegura que cada vez comercializan más instrumentos con opciones de compra, intentando rehuir en la medida de lo posible de aquellos productos que son relativamente más fáciles de vender pero que tienen un riesgo asimétrico para el cliente. “Preferimos productos más plain vanilla, que son las opciones de compra fundamentalmente, a pesar de que teóricamente el atractivo comercial sea algo inferior”.