Vehículos a plazo en las carteras: argumentos a favor y en contra

Tanta inestabilidad, volatilidad e incertidumbre a raíz de la crisis sanitaria y económica del COVID-19 han generado a los inversores y ahorradores inquietud y ansiedad. En este complicado contexto, ¿podrían los vehículos a plazo ser una herramienta adecuada para aportar estabilidad a las carteras? A esta pregunta contestan varias entidades de banca privada en el marco de la XXIV edición del Think Tank BNY Mellon.

Pablo García, director de Arquitectura Abierta y Selección de ETF de CaixaBank AM, destaca una ventaja de invertir en vehículos que persiguen un objetivo a un horizonte temporal o plazo previamente establecido: “El inversor se preocupa de manera menos intensa por la evolución diaria del mismo. Por tanto, la volatilidad ocupa un lugar secundario en la inversión siendo la consecución de dicho objetivo lo prioritario”. Por tanto, a su juicio, “en momentos de incertidumbre o alta volatilidad en los mercados puede tener sentido incluir en la cartera este tipo de vehículos”. De hecho, según explica, “tras los últimos acontecimientos de los meses de marzo y abril donde hemos visto un cambio de régimen en la volatilidad de los mercados, se ha incrementado la oferta de dichos vehículos”.

No obstante, también comenta que son instrumentos con menor liquidez o con un coste elevado para generarla. “En definitiva, hay que poner en la balanza tanto aversión a la volatilidad como liquidez en este tipo de vehículos, siendo el perfil de cada inversor y las circunstancias de mercado las que finalmente determinarán si es idónea la inversión en dichos vehículos”, concluye.

Menos partidario de su utilización en estos momentos es Carlos Pérez Parada, director general de Inversiones y Productos de Singular Bank. “Para empezar, porque obligan al cliente a tener su dinero inmovilizado durante un periodo o, en su caso, a salir con penalización si necesitan el dinero. Los plazos de este tipo de activos suelen ser largos…y en el largo plazo son muchas las cosas que pueden pasar. En un vehículo a vencimiento, el margen de reacción es muy inferior, por lo que no siempre se termina teniendo el resultado esperado”.

Además, también hace hincapié en que “este tipo de carteras se ha visto sometido a situaciones de estrés significativas. Por ello, preferimos hacer una selección de activos más a corto plazo, que nos dé la flexibilidad de ir cambiando y adaptando la estrategia al contexto de mercado”.

Ni sí ni no, pero en cualquier caso no por la crisis actual. Álvaro Martín, director de Fondos de Fondos, Renta Fija y Garantizados de Bankia AM, asegura que “el sentido de incorporar vehículos a plazo en estos momentos no ha cambiado respecto a antes de la crisis. Todo dependerá de la política de inversión de las carteras, de los objetivos de rentabilidad esperada y de la volatilidad que se pueda asumir”.

Explica que si en el actual entorno este tipo de vehículos puede favorecer los objetivos de inversión no hay motivo para no utilizarlo: “Ahora bien, invertir de esa forma por las circunstancias actuales sin estar dentro del mandato de gestión no lo veo apropiado”.

Gisela Medina, responsable de Selección de BBVA Quality Funds, comenta que “el objetivo de conseguir estabilidad y resiliencia en las carteras de inversión de nuestros clientes es una prioridad primordial y de hecho, se trata de uno de los mantras de nuestra metodología holística de selección de vehículos de inversión de terceros en Quality Funds”, y añade que “en estos tiempos tan excepcionales y de cariz histórico que estamos viviendo, caracterizados por elevadas incertidumbres sanitarias, sociales y económicas, que se traducen en un nivel establemente alto de volatilidad en los mercados financieros, esta prioridad se ha revelado como una necesidad absoluta para poder atender adecuadamente los requerimientos patrimoniales de nuestros clientes”.

En este sentido, considera que “la incorporación de vehículos a plazo tiene que depender de que sea atractivo su perfil de rentabilidad-riesgo, no de la estabilidad que da el plazo en sí mismo. Creemos que hay que tener claridad sobre los riesgos que estamos asumiendo. Existen opciones, como las inversiones alternativas, que por su propia idiosincrasia ayudan a conseguir beneficios de diversificación y pueden ser una fuente potencial de estabilidad”.

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