Pasado el confinamiento de marzo, la hiperactividad de julio, y el frenazo posterior de septiembre ahora toca pensar en el medio y largo plazo. Es lo que opina Pedro Dañobeitia, director general de SabadellUrquijo Banca Privadaen el marco del XXVI Think Tank BNY Mellon, que asegura que una de las consecuencias de la situación creada por el coronavirus ha sido que “hemos ganado mucho en flexibilidad laboral”. Destaca también que, pese a las dificultades, “el sector ha aportado soluciones a los clientes durante todo este tiempo y ha sabido aprovechar las oportunidades en el mercado”.
También se están produciendo cambios en las carteras, tendencias que no son nuevas. El director general de SabadellUrquijo Banca Privada destaca, por ejemplo, que lo que hace unos años era un activo normal (gestión alternativa, infraestructura, hedge funds…) en las grandes cuentas institucionales ahora lo empieza a ser también en el mundo de la banca privada, lo que se aprecia incluso a nivel de productos: “Hoy en día un Fondo Europeo de Inversión a Largo Plazo (ELTIF), que es el vehículo que ha impulsado la regulación para poder acercar la gestión alternativa al cliente de banca privada o banca personal, requiere un mínimo de inversión de 10.000 euros”.
A su juicio, esta tendencia, que califica de “imparable”, es probablemente consecuencia de varios factores: el contexto de bajos tipos de interés y la mayor información, transparencia y regulación. “Mucha innovación proviene del mundo institucional, y de ahí se va trasladando al cliente. Y esa evolución se acelera en momentos como el actual”. Esto no quiere decir, en cualquier caso, que la segmentación de clientes tienda a desaparecer, al contrario, Pedro Dañobeitia insiste en que debe permanecer tanto a nivel de servicio como de propuesta de valor.