Las bancas privadas independientes habían hecho los deberes, y eso se notó cuando irrumpió en escena el COVID-19. Las entidades pudieron seguir trabajando, mantener el contacto con el cliente, e incluso ganar alguno nuevo. La tendencia a la digitalización se aceleró durante lo peor de la pandemia, pero el impulso y la inercia continúan y los avances en este ámbito se siguen desarrollando, tanto por parte de estas entidades como del resto de actores que participan en el negocio, incluidos los clientes. Entre estos participantes clave para el sector se encuentran los bancos depositarios, cuya labor puede facilitar el trabajo, o todo lo contrario, a las empresas de asesoramiento independiente. Sobre ello reflexionan varios representantes de entidades independientes de banca privada en el marco del XXVII Think Tank BNY Mellon.
“A nivel depositarios nos hemos encontrado con alguno que no estaba preparado para lo que venía, con lo que ello supone justo en un momento en el que hemos querido hacer una gestión muy activa con los clientes; ha resultado complicado aplicar ciertas estrategias y ciertas órdenes”, comenta Marc Ciria, director general de Diagonal Inversiones, quien explica que en estas circunstancias lo que tiene que hacer un independiente, “es ir al más eficiente y al que mejor servicio te da”.
“La situación generada por la pandemia ha puesto de manifiesto quien ha invertido durante estos años en innovación y quien no lo ha hecho”, asegura Carlos González, director de Welzia. Insiste en que se han visto muy claras las diferencias entre los distintos depositarios: “Los haymás enfocados en darnos servicio a nosotros y en ir avanzando einnovar, y otros, en cambio, son muy inflexibles en muchos temas de compliance”.
José Ignacio Marijuan, CEO y socio de Norwealth Capital, pone hincapié en el hecho de que los avances en la digitalización llevados a cabo por la firma, desarrollos que comenzaron antes de la pandemia y que esta aceleró, “nos han permitido ser mucho más eficientesen la tramitación de órdenes y, sobre todo, en un agregador de posiciones de cara al cliente”. Afirma también que el sector debe tender a automatizar la relación con el depositario, lo que supone apostar porque este preste un servicio automático en la tramitación de órdenes, en el onboarding alta de los clientes y en otro tipo de trámites: “Los hay que no tienen ninguno de estos aspectos desarrollados y otros que se están adaptando a las ESI (Empresas de Servicios de Inversión), lo que quiere decir que desde el primer minuto hasta que se cierra toda la trazabilidad de una orden o de un alta de un cliente nuevoprácticamente no se requiere comunicación con ellos. Eso es adaptarse al mercado”.
“Es una cuestión de vocaciones”, asegura Guillermo Santos, asesor, analista y responsable de Estrategia en iCapital. “Hay depositarios que entienden el modelo de asesoramiento y tienen una vocación de trabajar,ayudar y crecer juntos;y lo hay que no.Yluego hay unas zonas grises en las que se mueven la mayoría”.Comenta que lo ideal sería un depositario que solo fuera ejecutor, “peroen Españael sistema no está preparado para ello”.
“A nivel depositarios nos hemos encontrado con alguno que no estaba preparado para lo que venía, con lo que ello supone justo en un momento en el que hemos querido hacer una gestión muy activa con los clientes; ha resultado complicado aplicar ciertas estrategias y ciertas órdenes”, comenta Marc Ciria, director general de Diagonal Inversiones, quien explica que en estas circunstancias lo que tiene que hacer un independiente, “es ir al más eficiente y al que mejor servicio te da”.
“La situación generada por la pandemia ha puesto de manifiesto quien ha invertido durante estos años en innovación y quien no lo ha hecho”, asegura Carlos González, director de Welzia. Insiste en que se han visto muy claras las diferencias entre los distintos depositarios: “Los haymás enfocados en darnos servicio a nosotros y en ir avanzando einnovar, y otros, en cambio, son muy inflexibles en muchos temas de compliance”.
José Ignacio Marijuan, CEO y socio de Norwealth Capital, pone hincapié en el hecho de que los avances en la digitalización llevados a cabo por la firma, desarrollos que comenzaron antes de la pandemia y que esta aceleró, “nos han permitido ser mucho más eficientesen la tramitación de órdenes y, sobre todo, en un agregador de posiciones de cara al cliente”. Afirma también que el sector debe tender a automatizar la relación con el depositario, lo que supone apostar porque este preste un servicio automático en la tramitación de órdenes, en el onboarding alta de los clientes y en otro tipo de trámites: “Los hay que no tienen ninguno de estos aspectos desarrollados y otros que se están adaptando a las ESI (Empresas de Servicios de Inversión), lo que quiere decir que desde el primer minuto hasta que se cierra toda la trazabilidad de una orden o de un alta de un cliente nuevoprácticamente no se requiere comunicación con ellos. Eso es adaptarse al mercado”.
“Es una cuestión de vocaciones”, asegura Guillermo Santos, asesor, analista y responsable de Estrategia en iCapital. “Hay depositarios que entienden el modelo de asesoramiento y tienen una vocación de trabajar,ayudar y crecer juntos;y lo hay que no.Yluego hay unas zonas grises en las que se mueven la mayoría”.Comenta que lo ideal sería un depositario que solo fuera ejecutor, “peroen Españael sistema no está preparado para ello”.