La banca privada se reivindica en tiempos de dificultades

Tras años de bonanza, el escenario económico está lleno de incertidumbres, fundamentalmente por el cambio de la política monetaria de los bancos centrales, el aumento del precio de la energía y la inflación. Pero este contexto convulso se puede convertir en una oportunidad que refuerce el modelo de negocio de la banca privada, según ponen de manifiesto varios responsables de entidades de esta industria en la XXXIII edición del Think Tank BNY Mellon, una iniciativa producida por FundsPeople en asociación con BNY Mellon Investment Management.

“Los últimos 10 años han demostrado que existe una creciente necesidad de asesoramiento financiero, que ahora será incluso mayor porque en este complejo entorno será más difícil preservar y hacer crecer patrimonio. En la cabeza de un cliente de banca privada ya está muy asentada la necesidad de contar con alguien que le acompañe, y esto supone una fortaleza en el largo plazo, aunque en el corto el momento sea complejo por las meras cifras contables o el timing del mercado”, apunta el director comercial de Santander Private Banking, Javier García Gómez.

En este contexto, García Gómez augura la irrupción de otro jugador que llevaba años desaparecido: el depósito. “Puede convertirse en una opción más, pero caer en la tentación de refugiarse en estos productos no es una buena idea”, advierte. “Si alguien quiere preservar o incluso ampliar su patrimonio no puede estar invertido con tipos a corto y con alta inflación, cuyas expectativas están ancladas en más del 4% para los próximos años y no es nada probable que haya depósitos que remuneren al 4%. Es imposible que un patrimonio invertido en depósitos consiga incrementar capital en términos reales”, añade.

El director comercial de Santander Private Banking admite que la situación de los mercados es complicada, al igual que las conversaciones con los clientes, pero confía en que, en el medio plazo, una vez pasado el shock, el cliente lo entienda porque está mucho más preparado que hace una década.

Todavía hay campo para crecer

La directora de Desarrollo y Transformación de Banca Privada de CaixaBank, Laura Comas de Alarcón, se muestra optimista y cree que todavía hay campo para seguir creciendo en banca privada, cuyo papel cobra aún más relevancia en tiempos de dificultades. “Ahora es más necesario que nunca entender qué necesita el cliente para poder aportar soluciones. Además, ha aprendido mucho de las últimas crisis, no es tan volátil y entiende mejor que después de momentos de bajada de mercado puede haber momentos de subida”, señala.

En este sentido, Comas considera que la apuesta de su entidad por las carteras de gestión discrecional ha ayudado mucho en los momentos de volatilidad. “El cliente ha comprendido que su patrimonio está bien gestionado y diversificado y se ha mantenido con la inversión que decidimos en su momento para cubrir sus necesidades y objetivos”, asegura.

“Es verdad que los ingresos se pueden ver afectados porque la bajada de mercado impacta en los saldos, pero en tendencia somos optimistas. Aunque es un año donde tenemos que estar muy cerca de los clientes y trabajar el oficio de asesor financiero todavía con más dedicación”, agrega.

Se suma la incertidumbre regulatoria

 Jorge Gordo Naveso, director de Banca Privada y Altos Patrimonios de BBVA en España, cree que 2022 se ha convertidoen un año muy complicado “para el banquero, para la gestión de los comités de inversión, pero sobre todo para el cliente”. “Las cifras contables serán duras”, avisa Jorge Gordo, quien no obstante subraya que está siendo un ejercicio de actividad para la industria en el que “todos estamos ampliando el perímetro”. 

El director de Banca Privada de BBVA España destaca, además, que a las incertidumbres económicas se han sumado las regulatorias, con la entrada en vigor el pasado 2 de agosto de la conocida como MiFID verde, que obliga a los profesionales del asesoramiento a preguntar a sus clientes sobre sus preferencias de sostenibilidad. “Mejorará la propuesta de valor de la banca privada, pero añade una mayor complejidad”, añade.

Un punto de inflexión

Para Xavier Blanquet, director de Negocio de Banca Privada de Banco Sabadell, este año será “un punto de inflexión” por el endurecimiento de las políticas monetarias de los bancos centrales, dado el escenario actual de elevada inflación. “Se inicia un nuevo ciclo de tipos de interés al alza y esto lo cambiará todo, tanto los activos que se comportarán bien, los sectores, los estilos, etc. Estamos en esa transición”, afirma Blanquet.

En cualquier caso, el directivo de Banco Sabadell sostiene que el cambio más relevante que se ha producido es el comportamiento del inversor por su mayor cultura financiera y experiencia. “Con caídas de mercado del calibre actual, hace una década se habría producido una desbandada y eso no está sucediendo”, sentencia.

Mayor cultura financiera y experiencia

De hecho, Blanquet no cree que el cliente de banca privada caiga en la tentación de los depósitos, precisamente por su mayor preparación. “El depósito, hasta ahora desaparecido, se va a convertir en un instrumento financiero más. Entrará en la paleta de soluciones que se ofrecerá a los clientes si ofrece rentabilidades atractivas. En banca retail habrá que explicar la penalización que suponen los tipos reales negativos, pero en banca privada es diferente, ha habido un cambio muy importante y esto nos hace ser optimistas”, expone el director de Negocio de Banca Privada de Banco Sabadell.

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