¿Seguirá el proceso de consolidación en banca privada? ¿Cuáles son los principales retos a los que se enfrenta el sector? ¿Se seguirá innovando en productos y servicios o ya está todo inventado? A estas y otras preguntas responde Ignacio Iglesias, CEO de Andbank España, en el marco de la XXXV edición del Think Tank BNY Mellon, una iniciativa producida por FundsPeople en asociación con BNY Mellon Investment Management, donde también aporta su visión sobre la evolución del negocio.
Tras años de bonanza en los mercados financieros, las tensiones inflacionistas y el cambio de paradigma monetario llegaron en 2022 provocando un deterioro generalizado de todos los activos financieros, tanto en renta fija como variable. Este escenario de alta complejidad ha implicado nuevos retos para la industria, si bien ha reforzado al mismo tiempo el modelo de negocio de la banca privada especializada, que ha despedido un ejercicio positivo desde el punto de vista comercial.
Así lo pone de manifiesto el CEO de Andbank España, quien apunta que su entidad continuó con un crecimiento de doble dígito en captación de clientes, superior incluso al de 2021. Además, confía en que esta dinámica se prolongue en el tiempo, dado que sigue al alza el valor de la especialización de una banca cuyos intereses están alineados con los de los clientes y que presenta características diferenciales que le permiten competir con ventaja.
Características diferenciales para competir con ventaja
“Para nosotros, la prioridad es el cliente, podemos centrarnos más en él porque nuestra agenda no está tan cargada de asuntos regulatorios, de producto o de marketing como es el caso de otras entidades”, explica Ignacio Iglesias.
Otro de estos elementos diferenciales, que se relaciona con el anterior, es la existencia de menores conflictos de interés. “Somos más libres, nos podemos sentar con los clientes y vigilar sus intereses. Buscamos lo mejor para ellos y lo perciben. Un ejemplo: los fondos de terceros representan el 50% en la banca generalista, mientras que, en la especializada, la media asciende al 70%”, señala.
El CEO de Andbank España considera, asimismo, que el sector ofrece un mejor servicio porque recurre más a la figura de especialistas en diversas materias, como la planificación fiscal y el producto alternativo, y también por su mayor accesibilidad. En este sentido, destaca que “nuestros banqueros tienen una mayor capacidad de decisión y somos capaces de sentar a cualquier cliente con cualquier directivo para darle el mejor servicio”.
El desafío de la hiperregulación
La industria, no obstante, no está exenta de desafíos, como es la ‘ola de hiperregulación’, que puede llegar a ser ineficiente en muchos casos, en opinión de Iglesias. Además, supone un mayor coste para la banca privada especializada no ligada a grandes grupos bancarios porque dispone de menos recursos ociosos.
Junto a las exigencias regulatorias, la digitalización es otro de los ejes que caracterizan la transformación de la banca privada y que ha permitido aportar valor al cliente, haciéndole la vida más cómoda. En cualquier caso, para el CEO de Andbank España, hay que diferenciar y decidir si esta digitalización va encaminada a ganar eficiencia o a ofrecer un mejor servicio, siendo esto último lo diferencial para la banca privada.
“Seguramente muchos procesos y actuaciones puedan hacerse mejor con máquinas que con seres humanos. Se avanzará mucho en esta materia, sin embargo, siempre tendrá que haber un piloto que decida hacia dónde vamos”, añade.
Mayor consolidación
Otra cuestión que ha caracterizado al sector en los últimos años han sido los movimientos corporativos y los fichajes de banqueros, tendencias que probablemente continúen.
“Hay que consolidar negocio para crecer, además es una forma de incorporar talento. Tenemos claro que tiene que haber un tamaño crítico de consolidación. Hay interés en negocios con un tamaño superior a los 1.000 millones de euros, aunque siempre depende del precio”, indica.
Nuevos servicios y productos: no todo está inventado
No todo está inventado en la industria de gestión patrimonial. El consejero delegado de Andbank España cree que todavía hay un amplio camino por recorrer en la creación de nuevos servicios y productos o en el desarrollo de los ya existentes como, por ejemplo, los de multi-custodia, en el asesoramiento independiente o en temas inmobiliarios.
“También en inversión en tipos de préstamos o en la búsqueda de fondos que aprovechen las caídas de la renta fija u otros que dan acceso a inversiones fintech. Si queremos alinearnos con los intereses de los clientes, estamos obligados a innovar”, agrega.
Uno de los ámbitos donde el sector ha innovado más en los últimos años ha sido en el producto alternativo, que hizo salir a los inversores de sus refugios tradicionales para buscar fuentes de rentabilidad extra mientras duró el prolongado contexto de bajos tipos de interés.
Para Iglesias, los alternativos constituyen “una extensión del servicio de banca privada que han permitido a los clientes invertir de forma ordenada en sectores en los que antes la inversión era muy poco profesional”. Su entidad, asegura, tendrá invertido en poco tiempo un 10% de su patrimonio en este tipo de productos.
El resurgir de los depósitos
Pero ahora, la nueva era de tipos al alza ha resucitado los depósitos, que han vuelto al escaparate de las entidades a pesar de que, tal y como señala el CEO de Andbank España, no son una herramienta de planificación a largo plazo ni una de las principales apuestas de los clientes, cuyos horizontes de inversión son más largos. Además, presentan otros inconvenientes desde el punto de vista fiscal porque son productos sin diferimiento fiscal, advierte.
Respecto a la sostenibilidad, Iglesias sostiene que la clave principal es “acompañar al cliente en sus intereses”. También considera que la gestión de activos bajo criterios ASG, una tendencia ya afianzada, está bien definida, pero no tanto el impacto del desarrollo de la sostenibilidad en la banca.
“Habría que precisar más si las medidas se limitarán al impacto en el consumo de capital de los préstamos que se concedan a según qué empresas o si también nos veremos obligados a hacer estudios de riesgos climáticos. Para entidades de nuestro tamaño, tener una idea de cuál podría ser el impacto en el negocio de una subida de dos grados de temperatura sería un ejercicio muy complicado. Falta una mayor definición”, explica.