El director general de Banca Patrimonial en Banca March es uno de los cuatro participantes del desayuno sobre banca privada en España organizado por el Think Tank BNY Mellon.
A principios de este verano, tuvo lugar el tercer desayuno organizado por Think Tank BNY Mellon en Madrid, en el que participaron cuatro representantes de varias entidades de banca privada. En esta mesa redonda, se debatieron diferentes aspectos del negocio en España, como son el futuro cerramiento de las retrocesiones en el asesoramiento independiente con MiFID II, la idoneidad de la gestión discrecional en función del tipo de cliente o las oportunidades laborales que surgen ahora para los banqueros privados tras la reestructuración financiera, temas incluidos en el folleto repartido junto a la revista 67.
El optimismo se palpa en Hugo Aramburu, director general de Banca Patrimonial en Banca March. “Caminamos hacia un escenario de crecimiento económico y generación de riqueza”, cree. A pesar de ello, critica, “el gran ahorro sigue estando concentrado en los bancos comerciales”, realidad que le lleva de nuevo al punto de partida: el optimismo. “Por eso creo que hay recorrido para los bancos especializados”, justifica.
En su opinión, “para quien ha estado bien posicionado, estos años de atrás han sido unos años dorados por la gran rotación de clientes que ha habido, unas rotaciones que, por otra parte, eran anormales”. De cara al futuro próximo, “sería raro que volviesen a verse de nuevo rotaciones de ese calibre. De ahora en adelante”, prevé Aramburu, “se creará más riqueza y llegarán clientes nuevos”.
Pero la banca privada de ese futuro próximo no será la misma banca privada del pasado. “El modelo de retrocesiones está acabado, tenemos la necesidad de educar al cliente”, asevera el experto de Banca March. Posiblemente, con MiFID II planeando sobre las entidades financieras de Europa que hacen banca privada y asesoramiento, su principal problema resida en “el exceso de regulación y los costes, que ahogarán ciertos proyectos independientes de pequeño y mediano tamaño”, cree el director general de Banca Patrimonial de la firma de origen balear.
En lo que respecta a los grandes bancos, ejemplifica, “están de perfil”. “No saben si asesoran, si comercializan, si tienen arquitectura abierta pero luego te venden producto propio…”, pone en contexto Aramburu.
A pesar de esta presión normativa, el proceder de la banca privada no tiene por qué ser taxativo. Un modelo idóneo para el máximo responsable de la Banca Patrimonial en Banca March sería aquél en el que exista un “equilibrio” y que conjugue “una banca privada de clientes con asesoramiento independiente que no implique renunciar a recomendar un producto propio cuando realmente es bueno”.
Una de las armas más potentes con las que cuenta la banca privada es la gestión discrecional, “muy relacionada en España con las sicav y, por tanto, destinada a la banca privada”. Sin embargo, Aramburu ve difícil que un cliente con alto patrimonio (high net worth individuals, en inglés) lo delegue todo a la gestión discrecional sin decidir nada por sí mismo.
En estos momentos, se vuelve a hablar y mucho de las sicav en España. Dentro del sector de la gestión de activos y de patrimonios, subyace el temor por una guerra de precios a la baja en este tipo de vehículo de inversión. “Hay que valorar el servicio más allá del precio. Lo importante es ser transparente y explicar bien al cliente los conceptos por los que se le cobra y el servicio que recibe, ya que hay competidores que se presentan con unos costes explícitos muy atractivos pero que, luego, conllevan unos costes implícitos más elevados. Tiene que ser una relación en la que las dos partes ganen”, indica el experto de Banca March.
El futuro del banquero privado
Para los profesionales de la gestión de activos, la gestión de patrimonios, el análisis y el asesoramiento, el futuro se presenta lleno de oportunidades laborales. En Banca March, “buscamos profesionales con talento, bien preparados y adaptables. Si tienen una gran cartera, mejor, pero no es lo primordial”, reconoce Aramburu, que se ha dado cuenta de que “también son buenos banqueros privados aquellos profesionales financieros no banqueros de origen pero que, por una razón u otra, se han quedado fuera del sector” tras la reestructuración financiera del país. Perfiles de este tipo podrían ser profesionales en posiciones de ventas en salas de tesorería, agencias de valores o empresas de asesoramiento corporativo, entre otras.
“Sin duda”, anima el director general de Banca Patrimonial en Banca March, “existe una gran oportunidad de recuperar este talento para la banca privada”.
Think Tank BNY Mellon
Producido por Funds People en asociación con BNY Mellon Investment Management, Think Tank BNY Mellon es una iniciativa pensada para profesionales del sector, durante la cual se tratarán temas de interés en el marco del desarrollo del negocio. Puede participar e incluir sus comentarios en el grupo de Funds People en Linkedin.