Francisco Javier García Gómez, director comercial de Banca Privada de Bankinter - ThinkTank BNY Mellon

Francisco Javier García Gómez: “La tarta de activos para las entidades de banca privada seguirá estable”

El cliente quiere una entidad solvente

Los representantes de cuatro modelos distintos de entidades que operan en España se reúnen en el Think Tank BNY Mellon, Banca Privada 2.0, para compartir las distintas visiones sobre la evolución del sector. La banca privada ha asumido numerosas variaciones desde el comienzo de la crisis.

¨La tarta de activos para las entidades de banca privada seguirá estable durante un tiempo porque no hay creación de riqueza¨, afirma Francisco Javier García Gómez, director comercial de Banca Privada de Bankinter, a la hora de referirse al mercado. En su opinión, éste será más grande, pero sobre todo más potente ya que existe una necesidad de asesoramiento. Refiriéndose al futuro, García Gómez asegura que habrá una reorganización importante, ya que el sector viene de 60 operadores a pasar a tener 30 actualmente.

El cliente quiere una entidad solvente

En su opinión, la solvencia, los medios, el conocimiento y una apuesta clara por la banca privada son los factores que un cliente busca en una entidad que ofrece este tipo de servicio. Además, reconoce que los clientes son cada vez más selectivos.

García Gómez cree que la administración y la custodia de valores son dos aspectos que funcionan mucho mejor en España que en Luxemburgo. Sin embargo, cree que “hay varias trabas regulatorias contra las que no podemos competir”. En este sentido recuerda que, con la nueva legislación, abrir una cuenta en una banca privada genera un excesivo papeleo. García Gómez aconseja tener una supervisión externa para hacer frente a regulaciones tan complejas.

Un servicio y un precio transparente

Según García Gómez, el servicio de una entidad debe de ser lo más transparente posible, consiguiendo así un servicio de máxima calidad para nuestros clientes. “Hemos reorganizado la entidad y no hay colisión de intereses. Hemos separado el equipo que gestiona fondos del que gestiona las carteras de los clientes”, explica.

La guía que tienen en la entidad es que no deben hacer prevalecer el producto propio sino las necesidades del cliente. Cree que la arquitectura abierta llegó y está para quedarse. “No es un valor añadido, es necesaria”, explica. En su opinión, no tenerla es como jugar un partido de fútbol sin portero. La cuestión ahora es cómo se gestiona.

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