El reto de la inflación y el papel del depósito y los alternativos en la nueva era de tipos al alza

Responsables de los principales bancos privados internacionales con presencia en España reflexionan acerca de las oportunidades que abre la nueva era de tipos de interés al alza y sobre el papel que jugará el depósito o los activos alternativos. Un debate que tuvo lugar el marco de la XXXIV edición del Think Tank BNY Mellon, una iniciativa producida por FundsPeople en asociación con BNY Mellon Investment Management, donde también destacan cómo el nuevo escenario ha hecho obligatoria la búsqueda de nuevas soluciones que protejan contra la inflación. 

“Todo indica que el precio del dinero seguirá subiendo y que nos dirigimos a una situación más estable que la que dejamos atrás, en el que el driver de rentabilidad se centraba en el equity y los alternativos tenían cada vez un mayor peso en cartera. Así, posiblemente el asset allocation cambie cuando los tipos se estabilicen porque empieza a haber valor en la renta fija”, sostiene Íñigo Calderón, miembro del Comité de Dirección de Indosuez WM, quien recuerda que el perfil de riesgo del cliente de banca privada, en términos generales, es medio o moderado.

En cualquier caso, reconoce que la inflación ha complicado el trabajo para hacer crecer el patrimonio del cliente en términos reales. “Antes no hacer nada no tenía coste porque los precios estaban estancados, había un suelo razonablemente cubierto. Pero ahora no, y nuestra obligación es pensar, asesorar y buscar soluciones y coberturas contra la inflación”, explica Calderón.

Algo que también ha cambiado es la cultura financiera de los clientes, que comienzan a entender que el pánico y los momentos de estrés emocional son pésimos consejeros. “La rentabilidad de un cliente viene por un asset allocation adecuado, es en lo que hay que confiar, hay que tener una estrategia y mantenerla”, afirma.

El reto de los productos para aportar valor diferencial

En este sentido, Antonio Salgado, consejero delegado de BNP Paribas WM España, defiende que las carteras ahora están mucho mejor construidas que en anteriores crisis y más aún en el caso de las entidades internacionales. “El cliente es más resiliente, pero también está más tranquilo porque no está sufriendo grandes caídas y ha comprendido que el valor se encuentra en el asset allocation”, apunta.

Aunque el contexto de tipos haya cambiado y ya se puedan encontrar opciones en el mercado -no solo para los activos alternativos, también para otros como los inmobiliarios-, Salgado hace hincapié en que no desaparecerán de las carteras de los clientes, aunque pueda reducirse su porcentaje.

No obstante, sí que cree que, en el caso de los alternativos, hay que segmentar por cliente. “Para determinados patrimonios, el peso de estos productos en cartera se sitúa en el entorno del 20-25% -tal vez algo más en el caso de algunos family office-, pero a medida que se baja en la pirámide se reduce hacia niveles del 10-15%”, explica.

“Ningún producto es bueno ni malo en sí mismo, si bien ahora todos se enfrentan al reto de aportar un valor diferencial que evite su conversión en un mero commodity y que los clientes se decanten por la gestión pasiva”, advierte el consejero delegado de BNP Paribas WM España.

Los depósitos resucitan, pero no protegerán contra la inflación

La nueva era de tipos al alza también ha resucitado un viejo conocido, el depósito. Las rentabilidades que ofrecen estos productos empiezan a mejorar gracias al aumento del precio del dinero y es probable que vuelva a producirse una guerra del pasivo por primera vez en muchos años. Sin embargo, Sergio de Miguel, director general de Julius Baer para Iberia, ve muy difícil que puedan combatir la pérdida de poder adquisitivo generada por las presiones inflacionistas.

“La opción de los depósitos debe ser parcial y puntual. Nos enfrentamos a inflaciones de doble dígito y los depósitos no llegarán a rentar tanto, lo que se traducirá en pérdidas netas de patrimonio. La alternativa es buscar coberturas en otro tipo de productos que puedan batir esa inflación”, advierte.

A este respecto, el director general de Julius Baer para Iberia hace hincapié en la importancia de una visión global del asesoramiento, que no se reduzca a colocar productos en concreto, sino que incluya “todo lo que pueda aportar valor al cliente, también activos alternativos, que siguen teniendo margen de crecimiento”. Y subraya la relevancia “teniendo en cuenta que el cliente español tiene tradicionalmente una parte importante de su patrimonio en activos reales de inmobiliario”.

Diversificación a escala global

Para Pablo Carrasco, responsable de banca privada para España de Credit Suisse, una de las tendencias que está transformando la industria es el avance de la profesionalización, no solo de los bancos, sino también de los clientes y otros proveedores. En consecuencia, “los clientes exigen que la banca vaya un paso más allá en el asesoramiento y están abiertos a invertir en instrumentos y soluciones más complejas y alejadas de las tradicionales”.

“Las inversiones alternativas son un claro ejemplo y están tomando un mayor peso en la distribución de activos en las carteras”, afirma responsable de banca privada para España de Credit Suisse, quien hace hincapié en que este interés de los clientes en la inversión en activos reales se deriva de una mayor profesionalización, que sobre todo genera oportunidades para la banca privada internacional porque tiene una capacidad de asesorar y de aportar valor superior a la media de la industria.

“Del mismo modo, los clientes están más interesados en la búsqueda de soluciones a escala global e internacional, donde puede haber más oportunidades para protegerse de la inflación. Cuando uno diversifica a nivel regional es mucho más probable que encuentre coberturas contra un fenómeno local de inflación”, asegura Carrasco.

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