A un mes de que se cierre el ejercicio 2021, todo parece indicar que será un buen año para la banca privada. Alfonso García, director de Producto y Oferta Comercial de SabadellUrquijo Banca Privada, reflexiona sobre la evolución del negocio, las tendencias que vienen y el impacto de la regulación en el marco de la XXX edición del Think Tank BNY Mellon, una iniciativa producida por FundsPeople en asociación con BNY Mellon Investment Management.
“La industria ha sido capaz de transformar las bolsas de liquidez y de ahorro, que no generan rentabilidades financieras, en propuestas de valor para el cliente”. Considera que ahora lo importante no es hablar de margen bruto, sino neto. “Detrás del margen bruto hay tendencias que frenan su crecimiento. Va a haber presiones de todo tipo para que los márgenes unitarios brutos en la línea de arriba vayan bajando, y la clave es cómo cada uno consigue crecer en términos de margen neto (modificando el mix de productos, a través de una mayor eficiencia comercial, etc.)”.
Mayor visibilidad sobre los costes totales
Respecto a los cambios impuestos por MiFID II, reconoce que la introducción del cobro explícito le generó dudas en algún momento. “Al principio éramos algo escépticos respecto a la aceptación del cliente del nuevo modelo, pero poco a poco lo ha ido asimilando gracias a tener una mayor visibilidad sobre los costes totales (TER) que permite al cliente visualizar cosas que antes no podía ver”.
Explica que la regulación ha traído algunas cosas que no han contribuido precisamente a la eficiencia de las entidades o han complicado el trabajo, “pero uno de los objetivos de MiFID II, que era mejorar los precios a los clientes, se ha conseguido y ha supuesto un importante avance”.
También fue objeto de debate la nueva regulación de sostenibilidad y su encaje en el negocio de la banca privada. “Los clientes tienen sensibilidad hacia estos temas, pero la sensibilidad aplicada al mundo financiero es más compleja, y creo que todavía estamos lejos de lograr que lo entiendan de manera profunda y clara”.
Hacia un perfilado ASG
En lo que sí ha percibido avances importantes ha sido en el ámbito de los productos y en formación: “Al final, a lo que se tiene que llegar es a una especie de perfilado financiero de las carteras de los clientes, un perfilado ASG o un perfilado de impacto que se pueda cuantificar en una escala y que el cliente entienda lo que significa. El reto es hacer algo homogéneo”. Y es ahí donde, a su juicio, tiene que poner el foco el regulador, en poner orden.
Hace, además, otra reflexión. “Los criterios de exclusión que, por ejemplo, podrían utilizar los gestores en alguno de sus productos, introducirá mucha complejidad en los sistemas si eso, en algún momento, baja al ámbito de la banca privada, al cliente”.
Golpe a las sicavs
Sin abandonar el ámbito regulatorio, Alfonso García analiza también las implicaciones de la nueva normativa sobre sicavs. Explica que la entidad tiene un número de estos vehículos que es relativamente alto para su cuota de mercado heredados de Banco Urquijo. Y considera que con la nueva regulación se va a producir una reducción muy importante del número de sicavs. Cree que muchas ellas con patrimonios más bajos van a tener complicado cumplir con las nuevas condiciones y destaca el hecho de que la inspección del cumplimiento ya no va a recaer en la CNMV.
El director de Producto y Oferta Comercial en SabadellUrquijo Banca Privada analiza también las consecuencias en el ámbito de la banca privada del desarrollo tecnológico que ha traído consigo la pandemia. “La combinación de la presencialidad y la digitalización nos va a permitir tener muchos más puntos de contacto con el cliente, ser más eficientes”.